6 de octubre de 2013

En cada escalón

Al final será verdad eso que dicen de que "cuanto menos esperas algo menos tarda en llegar".
Tal vez me equivoque al prometer un para siempre o tal vez me equivoque en su duración.
Porque es entonces cuando aparece ese alguien que te hace olvidar las promesas que te hiciste, tales como no volver a enamorarte, no volver a llorar por amor, no querer sentir nada, y decides poner a un lado de la balanza todos los recuerdos y al otro los que te quedan por vivir. Y sabes que no hay punto medio, que no puedes coger un poco de cada uno, o eliges uno o eliges otro, pero sólo una elección será la que te hará aprender.
Y es entonces cuando me gusta comparar la vida con unas escaleras, tienes detrás muchas metas superadas pero a veces nos empeñamos en un escalón, seríamos capaces de arrancarlo y subirlo con nosotros a cuestas, pero ¿a caso merecería la pena? O tan sólo es eso, un escalón, que nos enseña que debemos tener cuidado con los siguientes.
Pero que más dará un escalón, un capítulo, una balanza, un camino, si todo acaba donde nosotros queremos que acabe y si no ha acabado bien, será que al fin y al cabo la historia sigue.



Supongo que cuando hablamos del chico perfecto el físico pierde su importancia y pedimos otro tipo de cosas como querer a un chico que te mire a los ojos y te haga bajar la mirada, que te pique para poder darte un abrazo después, que confié en ti pero a su vez tenga miedo de perderte pero que este seguro de que tu nunca le perderás a él, que nos queramos como nunca nadie se ha querido pero que nos odiemos al discutir, que te haga sentir como a ninguna, que sea único, que haga que el miedo sea sólo un fruto de nuestra imaginación. No hace falta que me diga todos los días que me quiere si siempre me lo va a decir cuando me mire, o tampoco hace falta que me vea todos los días si cuenta los días para que esto pase, que no le falte orgullo pero que nunca me pierda por él, que me sorprenda cada día y me haga creer que la ilusión nunca se pierde, no necesito mil planes de un futuro muy lejano si día a día me demuestra que todo va a seguir igual, solo pido un chico que me quiera tanto como yo le voy a querer a él.


21 de abril de 2013

Pero llego el verano

En invierno empezó su historia, tal vez no empezó de la mejor forma o tal vez si, solo ellos podían juzgarlo, solo ellos sabían lo que habían vivido, solo ellos recordaban sus carreras mientras llovía  sus besos bajo los soportales, sus abrazos como cura para el frio, esas tardes tumbados sin que el silencio se hiciera incomodo, esas peleas, celos y piques tontos que el solía arreglar abrazándola por la espalda.
El pensaba en ella y la recordaba sonriendo con esa mirada única.
Ella recordaba como el la cogía y la trataba, o cuando le pillaba mientras la miraba embobado.
Tantos eran los recuerdos que hacían un invierno perfecto...que el verano no pudo esperar a llegar.


20 de abril de 2013

Y si..

Llega un momento en la vida en la que no solo te planteas tu futuro y las decisiones que debes tomar, también te detienes a pensar en el pasado, engañándote al intentar cambiarlo, analizando que hiciste mal, que hubiera pasado si no hubiera hecho esto, como seria todo ahora. y nos planteamos mil y una preguntas sin respuesta, culpándonos y diciéndonos que podríamos haber hecho las cosas mejor. Pero es entonces cuando te das cuenta de que nada puede cambiar, "a lo hecho pecho" y que aquellas cosas de las que te culpaste quedaran atrás y si no te acompañan en el presente es porque igual no merecían tanto la pena


12 de abril de 2013

Crítica cuando tu vida sea un ejemplo

Yo soy la única que conoce mi propia historia y por eso soy la única que puedo criticarme, que puede aprender, rectificar de mis errores, sentirme orgullosa cuando hago las cosas bien, ninguna persona incluso por muy cercana que sea tampoco sería quien para valorar cualquier situación como lo puedes hacer tu mismo asique ten cuidado de quien te fias y el qué te afecta.

Las respuestas no llegan siempre cuando uno las necesita, muchas veces ocurre que quedarse esperando es la única respuesta posible, no importa lo que hagas o intentes cambiar.


Lo que el destino unio

No decían nada pero decían todo, eran amigos pero sin serlo, se miraban, se querían  se abrazaban, pero tan solo cuando el momento surgía. Sin quererlo se buscaban para estar juntos pero nunca admitían lo que ambos sentían. Hasta que un día todo empezó a cambiar, se dieron cuenta de que algo había, aunque lo seguían negando, pero llega un punto en el que negar no vale, ni tampoco evitarse o no cruzar miradas al pasar por su lado, el sentimiento sigue porque ellos estaban destinados.