No decían nada pero decían todo, eran amigos pero sin serlo, se miraban, se querían se abrazaban, pero tan solo cuando el momento surgía. Sin quererlo se buscaban para estar juntos pero nunca admitían lo que ambos sentían. Hasta que un día todo empezó a cambiar, se dieron cuenta de que algo había, aunque lo seguían negando, pero llega un punto en el que negar no vale, ni tampoco evitarse o no cruzar miradas al pasar por su lado, el sentimiento sigue porque ellos estaban destinados.
Precioso texto!
ResponderEliminar